miércoles, 12 de marzo de 2014

La salud y la actividad física

1. Introducción
Todo lo que hacemos en nuestra vida influye sobre nuestra salud y, por lo tanto, sobre nuestra calidad de vida actual y futura. Mantener el cuerpo en un estado saludable dependerá de los hábitos que tengamos en nuestra vida. Éstos hábitos pueden ser positivos (cuando tienen efectos positivos para la salud) o negativos (cuando tienen efectos perjudiciales para la salud).

La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la salud como el estado completo de bienestar físico, mental y social, y no sólo la ausencia de enfermedades.
La actividad física, realizada de manera habitual y controlada, influirá en nuestra salud y calidad de vida.

2. Influencia de los hábitos de vida en la salud

Hábitos de vida nocivos para la salud vs Hábitos de vida saludables

                            Sedentarismo                              Actividad física
Estilos de vida en los que predominan la pasividad frente a la actividad física pueden conllevar problemas de obesidad, cardiovasculares, respiratorios, etc. La actividad física, además, puede ayudar a controlar la ansiedad y prevenir la aparición del estrés.

             Posturas corporales incorrectas                Control postural
No mantener una actitud corporal adecuada pueden provocar dolores del sistema muscular y esquelético (dolores musculares, dolores de espalda, etc.).

                         Dependencia de drogas, incluyendo el tabaco y el alcohol
Se pueden ver perjudicados todos los órganos y sistemas del cuerpo humano, especialmente los sistemas cardiovascular, respiratorio y, en el caso de drogas, el sistema nervioso.

                            Alimentación desequilibrada Dieta equilibrada
El mantener una dieta equilibrada nos ayudará a evitar problemas de obesidad o anorexia, aumentando nuestro rendimiento físico y mental.

                                    Falta de higiene Higiene correcta
Con una higiene adecuada evitamos riesgos de adquirir ciertas enfermedades (infecciones), además de verse reflejado en nuestro estado de ánimo y en la percepción de los demás.

                                                  Falta de descanso
No dormir el número de horas necesarias o hacerlo en un ambiente inadecuado puede acarrearnos problemas de insomnio, cansancio y bajo rendimiento tanto físico como mental.

3. Hábitos de vida saludables
  • Actividad física
Queda claro que realizar actividad física controlada y adaptada a nuestras necesidades puede ser muy beneficioso para la salud.
Enfermedades como el asma o las alergias pueden mejorar gracias a la actividad física (mejorando la capacidad pulmonar) .
Por otro lado, potenciando la musculatura de la espalda y realizando estiramientos de la zona isquiotibial, lograremos evitar dolores de espalda e incluso mejoraremos problemas como la escoliosis.
Por último, realizando ejercicio físico de manera habitual y asociado a una dieta equilibrada, podemos evitar la obesidad y la anorexia.
  • Control postural
Las posturas que adoptamos pueden influir en nuestra calidad de vida futura. Éstas posturas son el fruto de los constantes equilibrios y desequilibrios que se producen en nuestro organismo para que el centro de gravedad se encuentre dentro de nuestra base de sustentación.
Estas posturas incorrectas afectan, en mayor medida, en la etapa de crecimiento, por lo que debéis tener claro qué posturas habituales son adecuadas y cuáles no.

 
Postura incorrecta Postura adecuada






  • Dieta equilibrada
Una dieta es equilibrada cuando nos permite satisfacer todas nuestras necesidades y nos permite mantener un estado óptimo de salud.
En nuestra dieta no pueden faltar hidratos de carbono, grasas, proteínas, sales minerales, vitaminas y agua.
Estos nutrientes tienen diferentes funciones:
  • Energéticas
    En función del tipo de actividad y de la duración de la misma, utilizaremos hidratos de carbono, grasas, proteínas como principal fuente energética.
  • Formadoras
    Son fundamentales en el crecimiento y en la renovación de tejidos dañados.
  • Protectoras
    Controlan el metabolismo y facilitan los mecanismos de defensa del organismo.
Algunos consejos serán:
  • Llevar una alimentación variada y equilibrada.
  • Seguir la pirámide alimenticia (no abusar de bollería, dulces, etc. comiendo suficiente fruta y verdura).

  • Comer 4 o 5 veces al día.
  • El desayuno debe ser la comida más importante del día.
  • Es importante saber la cantidad de calorías diarias que necesita nuestro organismo para adaptarla a nuestra dieta.
  • Comer despacio y masticar bien los alimentos.
  • Hidratarse adecuadamente, especialmente si realizamos actividad física.
 
  • Higiene correcta
Consejos:
  • Cortar de manera adecuada las uñas de manos y pies.
  • Ducharnos después de realizar ejercicio físico.
  • Mantener el cuerpo limpio y aseado.
  • Lavarnos los dientes después de cada comida.
  • Usar chanclas en duchas públicas para evitar hongos.
  • No utilizar la ropa, sin lavarla, después de hacer ejercicio.

  • Descanso adecuado
Debemos tener en cuenta:
  • Dormir un número de horas suficiente (debéis dormir aproximadamente 8 horas diarias).
  • El lugar de descanso debe tener la temperatura adecuada (ni frío ni calor).
  • Que no existan ruidos y la habitación debe estar oscura.
  • La cama no debe ser blanda.
  • Tener una postura adecuada (boca arriba con almohada en las corvas o lateral con una almohada entre las piernas).